Fuego y Tiempo
Agradecimiento: A Lucas Rafael el Pez Kiosco Tatito Verde Miguens, ex figura de Cedros, por la foto y el título de la presente entrada. Y por acuñar otra acertada también inspiradora frase, “Viva Vivir”.
No voy a subestimar la capacidad de relación de nadie, trazando analogías explícitamente. Sólo quiero aclarar que estoy escribiendo para el blog del club, estoy hablando de rugby en general y de la realidad que nos une de entrenamientos, partidos, campeonatos, y tal, en particular.
La esencia del asado es fuego y tiempo. Fuego es el motor, la energía en acción que produce el cambio físico químico en la carne puesta en la parrilla, a través de la combustión. Tiempo, es el que necesita la carne en exposición al calor de las brasas, para que el producto final sea el esperado. El tiempo justo, no más, no menos. Y siempre con fuego.
El asado es un proceso de transformación. Una combinación múltiple de elementos y hechos. Requiere de muchos pequeños pasos, y la omisión de alguno de ellos alejará el resultado logrado del esperado. No es ninguna ciencia, no hay que ser científico de la nasa para hacer un asado. Pero hay que proponérselo, dedicarse, estar enfocado, atento, y sobre todo, inevitablemente hay que transpirar.
No se puede apagar el fuego. Si dejamos de escuchar el crepitar, de sentir el calor, de ver chorrear la grasa, y de oler humo primero y los aromas que desprende el asado después, vamos mal. Que sobre fuego, pero que no falte.
La recompensa está asegurada, más allá del aplauso. El premio es un manjar y el placer de sentir “lo hice”.
Agradecimiento: A Lucas Rafael el Pez Kiosco Tatito Verde Miguens, ex figura de Cedros, por la foto y el título de la presente entrada. Y por acuñar otra acertada también inspiradora frase, “Viva Vivir”.
No voy a subestimar la capacidad de relación de nadie, trazando analogías explícitamente. Sólo quiero aclarar que estoy escribiendo para el blog del club, estoy hablando de rugby en general y de la realidad que nos une de entrenamientos, partidos, campeonatos, y tal, en particular.
La esencia del asado es fuego y tiempo. Fuego es el motor, la energía en acción que produce el cambio físico químico en la carne puesta en la parrilla, a través de la combustión. Tiempo, es el que necesita la carne en exposición al calor de las brasas, para que el producto final sea el esperado. El tiempo justo, no más, no menos. Y siempre con fuego.
El asado es un proceso de transformación. Una combinación múltiple de elementos y hechos. Requiere de muchos pequeños pasos, y la omisión de alguno de ellos alejará el resultado logrado del esperado. No es ninguna ciencia, no hay que ser científico de la nasa para hacer un asado. Pero hay que proponérselo, dedicarse, estar enfocado, atento, y sobre todo, inevitablemente hay que transpirar.
No se puede apagar el fuego. Si dejamos de escuchar el crepitar, de sentir el calor, de ver chorrear la grasa, y de oler humo primero y los aromas que desprende el asado después, vamos mal. Que sobre fuego, pero que no falte.
La recompensa está asegurada, más allá del aplauso. El premio es un manjar y el placer de sentir “lo hice”.
Les dejo una fotito de mi último asado, salió hace un rato, es Licenciatura en Comercialización. Se estuvo por apagar, casi se pasa, pero salió rico nomás.
Adoro cuando un plan se concreta
5 comentarios:
Buenisimo pero a los chorizos los pincho o no?
Hay alguna forma de asarlo a Piñon?
Mickey, te vieron en la parrilla de Azcuenaga y Paraguay comiendo una parrillada para 4... y solo eran 2!!! y se comenta ademas que vos solo comiste un cuarto...
un cuarto trasero de un novillo???
ustedes dos no se comieron una vaquillona en comun???
epa! seroa acusacion... firmen esas bombas!
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