Hoy Coco se pone el chaleco de cronista y nos entrega este fabuloso relato.
Gracias Coco!
Gracias Coco!
Todos juntos para la foto del final del partido.
Como cierre para cualquier año rugbístico, por estas fechas, los clubes siempre se van de gira para concluir un año de arduos trabajos físicos. Los Cedros tenía su destino en Mercedes, Corrientes, tierra de muchos jugadores. El viernes 13, fue la fecha pautada para la partida, un día de mucha lluvia que complicó el tránsito en todos lados de la provincia. Muchos de los jugadores subieron en Capital y el resto fue levantado en Torcuato. La hora de partida, 20:15. La tranquilidad duró poco en el viaje, como ritual y por ser su 1er gira, el Chino Castro fue bautizado con una dura golpiza de parte de todo el plantel, principalmente Lencina, que además, se desquitó con Tucho. La banda del fondo del micro, liderada por el gordo Fermín, se encargó de marcar presencia con cualquiera que intentaba pasar la mitad del vehículo, un claro ejemplo fue Octavio, quien terminó con los lentes rotos y Rocha que perdió su camisa como trofeo de guerra.
Momento de relax antes de ir a las duchas
El primer equipo salió a la cancha, sobre un espeso barro que la cubría completa, hecho que impedía que se jugara de manos, dándole un gran labor a los gordos que, una vez más, se pusieron la camiseta. Luego de 30 minutos de intensa lucha de partes de los dos equipos, la visita se llevó por un ajustado 5 a 0, dando la primer alegría.
Finalmente, el equipo representativo del club, salía a la cancha, con Octavio como capitán y líder de los gordos. Al igual que el anterior tiempo, no se podía jugar de manos dada la llovizna y el barro, por lo que los gordos nuevamente se pusieron el equipo al hombro y dejaron todo en cada situación. Terminó el tiempo, y el local tenía una ventaja de 10 a 5 sobre la visita que no encontraba el rumbo.
La gente de Corrientes y un recibimiento de luxe para la cena
Entre Ramazzottis y Brancas, y después de la guerra que tuvo como ganadores a los pibes del fondo, se llegó al destino, alrededor de las 5:20am del 14.
La recepción del contingente fue en un estilo de Pettit Hotel, en frente de la plaza. Luego de que todos se acomodaran en sus respectivas habitaciones, el plantel logró descansar para prepararse para el partido de la tarde.
Mucha lluvia despertó a todos, para que finalmente, y como motivación se fueran a almorzar mirando el partido de los Pumas, que cayeron ante Inglaterra. Luego, unas charlas y a prepararse para el objetivo de la gira, jugar al Rugby.
El contrincante era el duro club PayUbre, el cual fue la casa de muchos jugadores cedrences. La cita, eran 3 tiempos de 30 minutos, en los cuales el primero pertenecía a la Intermedia y los demás a los jugadores de 1era.
La recepción del contingente fue en un estilo de Pettit Hotel, en frente de la plaza. Luego de que todos se acomodaran en sus respectivas habitaciones, el plantel logró descansar para prepararse para el partido de la tarde.
Mucha lluvia despertó a todos, para que finalmente, y como motivación se fueran a almorzar mirando el partido de los Pumas, que cayeron ante Inglaterra. Luego, unas charlas y a prepararse para el objetivo de la gira, jugar al Rugby.
El contrincante era el duro club PayUbre, el cual fue la casa de muchos jugadores cedrences. La cita, eran 3 tiempos de 30 minutos, en los cuales el primero pertenecía a la Intermedia y los demás a los jugadores de 1era.
El primer equipo salió a la cancha, sobre un espeso barro que la cubría completa, hecho que impedía que se jugara de manos, dándole un gran labor a los gordos que, una vez más, se pusieron la camiseta. Luego de 30 minutos de intensa lucha de partes de los dos equipos, la visita se llevó por un ajustado 5 a 0, dando la primer alegría.
Finalmente, el equipo representativo del club, salía a la cancha, con Octavio como capitán y líder de los gordos. Al igual que el anterior tiempo, no se podía jugar de manos dada la llovizna y el barro, por lo que los gordos nuevamente se pusieron el equipo al hombro y dejaron todo en cada situación. Terminó el tiempo, y el local tenía una ventaja de 10 a 5 sobre la visita que no encontraba el rumbo.
Pero luego de una charla del entrenador Juanca, el equipo salió decidido a comerse a cualquier jugador que pasara por adelante. Así, con esa actitud tan característica de Los Cedros, salió victorioso por un 17 a 10.
Como regalo al Chivero, un grupo selecto se encargó de dejarle un regalo en su habitación. Su ropa quedó bajo la ducha y la cama dada vuelta. El grupo Twister no se pierde ninguna gira.
LLegó la noche y el club local atendió a todos con una espectacular cena con cordero y asado, que dejó satisfechos a todos. Muchas palabras de agradecimiento de parte de ambos planteles galardonaron un día especial lleno de emociones. Finalmente, el plantel imprendió su gira nocturna hacia una fiesta en el club social, que terminó de muy buena manera, conociendo mucha gente nueva.
Ya el domingo, era la hora de armar los bolsos y cerrar la gira. Con una charla de los entrenadores y comentarios de cada uno de los jugadores, de dio fin a un año lleno de sentimientos, buenos y malos que dejaron un grupo muy unido y una base muy sólida para el año que viene.
Luego de un almuerzo en el club anfitrión, se emprendió la vuelta, la cual fue mucho más tranquila que la ida dado que la mayoría de los jugadores no estaba en buenas condiciones.
Para concluir, le decimos a PayUbre y a toda la gente de Corrientes que nos recibió de gran manera y con afecto, muchas gracias por todo!!