Importante victoria en un gran partido ante un rival que lucha por no descender. Los Cedros fue el protagonista de un encuentro muy entretenido jugado por los dos equipos como una verdadera final. El resultado final, 31-23, podría haber sido un poco más holgado para el conjunto local.
Hace tiempo que este cronista no presenciaba un partido de la primera y las palabras de este posteo no van a dar cuenta de quien anotó los puntos del primer equipo de Club ni en que minuto. Vamos a ser un pantallazo general y alguna comparación con el año pasado.
Hay un par de cuestiones fáciles de notar. Una: aquellos chispazos de un rugby más desplegado, generando ataques principalmente con los backs, haciendo llegar la pelota a las puntas y liberando rápido la pelota, son hoy mucho más prolongados. El sábado 7 Los Cedros fue a buscar el partido durante los 80 minutos, y salvo algunos pasajes del encuentro (cuando el rival atacó con gente más pesada pegada a la formación o por el centro de la cancha teniendo pelotas muy claras desde el scrum), el planteo, la idea, de este rugby más dinámico tratando de mantener la pelota en movimiento fue una constante. Y aquí otra de las claves: el estado físico. La intensidad y la velocidad con que se jugó se mantuvieron inalterables durante todo el partido. Sentido común en su máxima expresión: a menor tamaño y potencia, más rápido y desplegado el juego, con el pack que más liviano de la historia, pero sin dudas muy dinámico, ordenado y ocupando bien los espacios en defensa y en ataque.
Otra cuestión (creo que la tercera) es el paso del tiempo y la continuidad de una idea. Uno o dos años parecen poco, pero este año los chicos que subieron los últimos años están más maduros, tienen más experiencia y las camadas suben para hacer lo que vienen aprendiendo en las juveniles. Y por suerte cada vez son más los chicos que forman el plantel superior, comienza a ver una continuidad de jugadores que año a año se suman. Se nota que son amigos y que intentan jugar a lo mismo. La tranquilidad con que jugó Migue se puede entender pensando en esta idea. Qué partido jugó él, Guido... bueno, todo el equipo.
Otro punto que mejoró notablemente fue la defensa. Siempre ordenada, con todos los jugadores dispuestos a tacklear, sin desesperarse, sin cometer infracciones y con una conducta intachable.
Bueno, listo. No los quiero cansar (ya lo cansé al Crio hablando de Cedritos). El sábado me fui contento. Más allá de cómo terminemos en la tabla, el rugby del Club tiene claro el norte y las cosas van muy bien.
lunes, 9 de agosto de 2010
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